Apuntes de Economía y Sociedad Vol. Núm. 3 (2), julio - diciembre 2022 ISSN: 2709 - 7005
DESAFÍO DEL CONTROL ORGANIZACIONAL EN
LA DISRUPCIÓN TECNOLÓGICA
THE CHALLENGE OF ORGANIZATIONAL
CONTROL IN THE TECHNOLOGICAL DISRUPTION
Editorial
Palabras clave: control, organizaciones, disrupción tecnológica, postpandemia
Keywords: control, organizations, technological disruption, post pandemic
Introducción: Todas las actividades que realiza el ser humano tienen implícito un componente de control. En el ámbito
empresarial el control forma parte inmanente en la estrategia de toda organización; definir el real dimensionamiento de
las operaciones en el nuevo entorno pospandemia, su estructura organizativa, arquitectura tecnológica, políticas internas,
competencia, marco normativo, estándares internacionales, incluyendo el apetito de riesgo (entendiendo como tal el
modelo de liderazgo aplicado), entre otras cosas, se torna imperativo. “El control es considerado en la filosofía
administrativa moderna como el análisis permanente de las desviaciones entre objetivos y realizaciones, y la adopción
de las medidas correctoras que permitan cumplir con los objetivos o bien su adaptación necesaria” (Obispo y Gonzales,
2015, p. 67).
Para entender la incidencia de la evolución del control en las organizaciones, se debe considerar de manera retrospectiva
el desarrollo de las operaciones u operatividad empleada en cada etapa a lo largo del tiempo. Un claro ejemplo de esta
transformación se ha presentado de manera sistemática en la industria automotriz, donde la competencia entre los líderes
de la industria marcaba las tendencias del mercado, con base en la innovación. La eficiencia en las operaciones de Ford
Motor Company en la segunda Revolución Industrial marcó un punto de inflexión en los procesos productivos. La
incidencia que la industria automotriz provocó en las naciones llegó a tal punto de hacer desaparecer al hasta entonces
monarca en el transporte (el ferrocarril), acompañado con la adopción de nuevos gustos y preferencias en la sociedad a
nivel mundial, dando como resultado un profundo cambio global. Tomando este hecho histórico como el punto de
inflexión donde se inicia el crecimiento exponencial de las operaciones en las organizaciones, su semejanza con la actual
disrupción tecnológica y su incidencia en el control que deben realizar todas las organizaciones.
Se debe reconocer que la innovación no es un proceso reciente, pero debe ser un elemento permanente en las
organizaciones; ello marca, determina o define a los líderes de la industria, donde el precio de sus productos termina
siendo uno de los elementos fundamentales de elección por sus clientes, con énfasis en las economías emergentes, dado
que en varios mercados es la calidad la que juega un rol determinante. El liderazgo de las organizaciones intervinientes
en los diferentes tipos de industrias ha estado marcado por la innovación, como consecuencia de ello, las empresas que
no se reinventan tienden a desaparecer, siendo esta una constante en aquellas donde las estructuras de sus costos han
sido rígidas, totalmente contrario a la versatilidad que requieren las organizaciones, en especial en la nueva realidad.
Doctor (Ph.D.) Carlos Mauricio De La Torre Lascano, por la Universidad de Salamanca.
Programa Doctoral Estado de Derecho y Gobernanza Global. Magíster en Gerencia
Empresarial, MBA, mención Gerencia Financiera. Docente Investigador titular de la
Universidad Central del Ecuador, Quito-Ecuador. Email: cdelatorre@uce.edu.ec ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-0604-2845
DOI: https://doi.org/10.5377/aes.v3i2.15485
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Apuntes de Economía y Sociedad Vol. Núm. 3 (2), julio - diciembre 2022 ISSN: 2709 - 7005
La globalización y la nueva realidad han traído consigo oportunidades a las organizaciones por la apertura de nuevos mercados,
incidiendo en ellas un franco proceso de transformación, pero trayendo también competidores mucho más fuertes y eficientes
en sus procesos productivos. Adaptabilidad que las organizaciones deben cumplir, con énfasis en el período de pandemia cuyo
resultado devino en la paralización de operaciones debido a la crisis sanitaria, creando un nuevo escenario empresarial global.
La optimización de costos ha entrado en un nuevo plano, pues el nivel de competitividad debe incrementarse sin sacrificar ni
la calidad, ni los precios de los productos. En la actualidad, la determinación e identificación de todas las fases funcionales,
administrativas y operativas de la organización resulta sustancial, por ejemplo, en el requerimiento de materiales, logística,
bodegaje, distribución, comercialización, entre otras.
Las organizaciones en la pospandemia se han visto forzadas (por necesidad y supervivencia) a implementar en su operatividad
plataformas tecnológicas para fabricar sus productos o desarrollar sus servicios, han tenido que reforzar su arquitectura
tecnológica, apareciendo con ello nuevos riesgos, nuevos desafíos; en general, han tenido que definir un nuevo horizonte de
acción. “El control interno permite que una organización gestione con mayor eficacia los cambios que se produzcan dentro del
entorno económico y competitivo, la dirección de la organización, así como sus prioridades y modelos de negocios cambiantes”
(COSO, 2013, p. 1).
Así pues, las organizaciones deben definir los retos más importantes a los que se enfrentan; esto implica la identificación de
nuevos y potenciales riesgos, de procesos críticos que no pudieron haber sido identificados con anterioridad a la pandemia, es
decir, aquellos sin los cuales las organizaciones no podrían desarrollar sus actividades operativas de manera cotidiana, pero
que siempre estuvieron allí. Por ejemplo, en el sector financiero tenemos normativa internacional que versa sobre el tratamiento
del riesgo operacional que coadyuva a la continuidad del negocio sin afectaciones endógenas o exógenas.
Asimismo, las organizaciones deben tener totalmente claro, y esto al margen de su magnitud o tamaño, con especial referencia
de amplitud desde multinacionales hasta microempresas, la incidencia de la tecnología en los procesos productivos y la
necesidad de control permanente. Por lo tanto, existe una simbiosis entre el control y la tecnología. La Inteligencia de Negocios
(BI por sus siglas en inglés) permite a las organizaciones tener mejores y más claros elementos para la toma de decisiones.
“Los complejos desafíos mundiales en las organizaciones reclaman la participación de numerosos actores que aporten nuevas
perspectivas y enfoques, donde se establezcan niveles para poder alcanzar el desarrollo humano sustentable” (Pertúz, 2018, p.
378).
El análisis de las nuevas denominaciones de los elementos tradicionales del costo, el control financiero y operativo, se torna
importante no solamente desde el punto de vista teórico sino totalmente pragmático y actual, obviamente, incluyendo el
componente tecnológico. Se debe entender cómo la operatividad ha evolucionado; el cambio drástico en el entorno empresarial
donde las organizaciones se desempeñan, donde desarrollan sus actividades, siendo cada vez mucho más complejo el nivel de
operatividad y los mercados a los que deben llegar sus productos. El nivel de exigencia de los consumidores es más alto todo
el tiempo y dentro de ello el precio y calidad constituyen factores decisorios en la actualidad.
Consideraciones finales
Existía una realidad anterior, donde las organizaciones venían desarrollando sus actividades, durante y pospandemia, las
empresas se han visto forzadas a acondicionar sus operaciones, reenfocar a sus trabajadores a este nuevo escenario. Por otro
lado, el escenario actual resulta totalmente diferente para organizaciones recientes, creadas en esta nueva realidad donde sus
procesos ya no son resultado de una modificación o adecuación, sino más bien totalmente adaptados a nuevos paradigmas,
normas, regulaciones, apuntando al ambiente tecnológico o incluso ya estando inmersas sus operaciones productivas en dicho
entorno digital.
Debe existir efectividad en la gestión de costos; administrar, controlar de manera totalmente diferente, repensar los modelos
tradicionales. La capacidad de las organizaciones debe ser lo suficientemente flexible para superar la crisis. De manera global
en las organizaciones el reto del manejo adecuado de liquidez debe ser abordado técnicamente, tomando en consideración el
incremento de sus cuentas pendientes de cobro y de las obligaciones tributarias, que debido a la pandemia se han incrementado,
restando liquidez a las empresas. Es decir, el descalce financiero debe ser tomado en consideración para la adecuada adquisición
de materiales y que exista una correcta planificación de la producción (aprovisionamiento, control de existencias, demanda
estacional, etc.).
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El nivel de INCERTIDUMBRE si bien ha mermado notable y considerablemente, esta se mantendrá no al nivel inicial, pero
se deben tomar las acciones de control necesarias para repensar o redefinir los procesos productivos y la estructura de los costos
propiamente dichos.
Existe una necesidad de actualización permanente en los profesionales, debido al elevado nivel de incertidumbre existente, el
rol protagónico que debe cumplir la Academia en este escenario para dotar a los futuros profesionales de herramientas actuales
y a los profesionales e instituciones u organizaciones, soluciones fácticas totalmente realizables.
“Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar”
IMMANUEL KANT
Referencias
Committee of Sponsoring Organization of the Treadway Commission [COSO] (2013). Control Interno Marco integrado.
Marco y apéndices. COSO. Estados Unidos.
Obispo, D. y Gonzalez, Y. (2015). Caracterización del control interno en la gestión de las empresas comerciales del Perú 2013.
In Crescendo. 6(1), 64-73. https://doi.org/10.21895/incres.2015.v6n1.07
Pertúz, F. (2018). Liderazgo transformacional en empresas sociales desde la perspectiva ética de la responsabilidad social
empresarial. Revista TeloS. 20(2). 377-400. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99356889009
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