EPISTEME GERENCIAL EDUCATIVO EN TIEMPO POSTMODERNO DESDE LA
COMPLEJIDAD
EPISTEME OF EDUCATIONAL MANAGEMENT IN POST-MODERN TIME
FROM COMPLEXITY
Marrero Rico, Juan1; Illas Ramírez, Wilfredo2
1Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, Venezuela
Email: pdjuanmarrero@gmail.com, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2369-0097
2Universidad de Carabobo, Facultad de Ciencias de la Educación
Email: illasw@hotmail.com, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6550-3368
DOI: https://doi.org/10.5377/aes.v3i1.14288
Recibido 14/03/22 Aceptado 20/04/22
__________________________________________________________________________________________________________________________
Autor por correspondencia: pdjuanmarrero@gmail.com (Marrero Rico, Juan)
Forma sugerida de citación: Marrero, J y Illas, W. (2022). Episteme gerencial educativo en tiempo postmoderno desde la
complejidad Apuntes de Economía y Sociedad, UNAN - León, Vol N.° 3 (1) (enero-junio 2022). pp. 37-45. DOI:
https://doi.org/10.5377/aes.v3i1.14288
Copyright © Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, León (UNAN-León)
Conflicto de intereses: Los autores han declarado que no existen ningún conflicto de interés.
Resumen
El siguiente artículo tiene como finalidad acercar de forma
reflexiva el devenir de la educación como un proceso
fundamental, que influye en el pertinente desarrollo del ser
humano apoyado en el entorno tecnológico y social. Ello,
debido a que se sobrepone el factor humanitario en una era
que necesita dar ese paso hacia la posmodernidad
sustentada en la Teoría del Pensamiento Complejo de
Morin como creador de un nuevo saber mediador entre el
viejo y nuevo sistema educativo. Es por esto, que surge la
necesidad de ampliar mediante un trabajo de investigación
doctoral una respuesta que mejore los procesos epistémicos
de la gerencia educativa posmoderna. Por tal motivo, como
doctorando estudioso de las ciencias sociales genero el
próximo aporte epistémico asociado a la educación
venezolana en un proceso empírico y complejo como lo es
la posmodernidad. En la actual dinámica social, el ámbito
gerencial apunta a la creación de vínculos educacionales
para adaptarse a la respuesta social del sector educación.
En un siglo XXI donde las instituciones desarrollan
procesos creadores que brindan un nuevo sistema de
oportunidades para el fortalecimiento de la distinción
analítica efectuada por el pensamiento complejo en la
educación, para el resurgimiento del conocimiento
globalizado que requiere de una actualización
transdisciplinaria en la imperante posmodernidad.
Descriptores: gerencia educativa, posmodernidad,
conocimiento científico
Abstract
The following article has the purpose of approaching in a
reflexive way the evolution of education as a fundamental
process, which influences the relevant development of the
human being supported by the technological and social
environment. This is due to the fact that the humanitarian
factor is superimposed in an era that needs to take that step
towards postmodernity supported by Morin's Theory of
Complex Thought as the creator of a new mediating
knowledge between the old and the new educational
system. It is for this reason that the need arises to expand
through doctoral research work a response to improve the
epistemic processes of postmodern educational
management. For this reason, as a doctoral student of the
social sciences, I generate the next epistemic contribution
associated with Venezuelan education in an empirical and
complex process such as postmodernity. In the current
social dynamics, the managerial field aims at the creation
of educational links to adapt to the social response of the
education sector. In the XXI century where institutions
develop creative processes that provide a new system of
opportunities for the strengthening of the analytical
distinction made by complex thinking in education, for the
resurgence of globalized knowledge that requires a
transdisciplinary update in the prevailing postmodernity
Keywords: educational management, postmodernity,
scientific knowledge
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Apuntes de Economía y Sociedad N.° 3 (1) enero-junio 2022/ 37-45/ ISSN: 2709 - 7005
I- Introducción
En la actual dinámica social, el ámbito gerencial apunta a la creación de vínculos educacionales para adaptarse a la respuesta
social del sector educación, en un siglo XXI donde las instituciones desarrollan procesos de inducción educativa para expresar
modelos sistemáticos que repercuten desde finales del siglo XX hasta la actualidad, para el fortalecimiento del conocimiento
globalizado que requiere de una actualización transdisciplinaria en la imperante posmodernidad. Es importante acotar que,
desde que se comienza a estudiar este fenómeno, se revisó en profundidad la teoría del Pensamiento Complejo para partir de
manera epistémica al proceso gerencial educativo.
La gerencia educativa presenta, desde su génesis, modelos de innovación y compromiso que corresponde a un desafío
educacional, en los niveles de compromiso de quien le corresponde tal reto; en este sentido, el gerente desde esta óptica y
competencia da vida y significación a la direccionalidad de una institución con nivel y valor agregado enmarcado en una
libertad prístina de la axiología del Ser Gerencial. De esta manera, el siguiente proceso investigativo asume su trascendencia
partiendo de su justificación, la cual se centró en el requerimiento de una articulación mediante los principios propuestos por
Morín (1997), los cuales, expresa el autor, ayudan a conocer y comprender un objeto de estudio desde la complejidad.
La complejidad del acto gerencial, se percibe en la transdisciplinariedad desde una aproximación epistemológica del Objeto
(gerencia), en el que se genera un acción social para una integración apoteósica en el sistema educativo, y que dé respuesta al
requerimiento general en el sector educación. No obstante, el nivel de efectividad con el cual puedan ejecutarse esas relaciones
de interacción, puede verse afectado por ciertas debilidades propias de los subnúcleos sociales y sectores sociales que formen
parte de un núcleo de humanos más amplio, denominado sociedad.
II- Planteamiento Teórico
Gerencia educativa posmoderna con patrones comunicacionales y tecnológicos educativos
El enorme recuerdo que se dilucida entre la gerencia educativa del siglo XX con las nuevas realidades que se presentan con
la actualidad en los espacios formativos venezolanos, permite analizar los múltiples cambios vertiginosos sobrevenidos en los
últimos años en el ámbito educativo. Deja un proceso reflexivo, tanto en el marco histórico como social, debido al proceso
gerencial que se percibe de forma compleja con la observación directa y que refleja grupos inconexos en la educación
emanadas directamente por el Estado como políticas sociales y en un periodo histórico asociado al nuevo paradigma de
simplicidad en donde el hombre se enfrenta a una realidad biológica o cultural. En este sentido, se plantea la necesidad de
replantear su visión a un enfoque de la gerencia educacional posmoderna, que responda a las necesidades académicas e
impulsen la excelencia educativa.
En lo referente a los elementos tecnológicos educativos en posmodernidad, Banderela (2021) expresa lo siguiente:
Los recursos de la era tecnológica reclaman a las organizaciones adaptarse y reinventarse para navegar
por la sociedad de la información, el avance tecnológico y la multidisciplinariedad del conocimiento.
En tales desafíos, la conectividad, comunicación, capacidad transaccional y disponibilidad en línea y
redes, son condiciones de supervivencia, transcendentales, con mayor énfasis, en este tiempo
posmoderno. Esta era de la conectividad en la nube, del CloudComputing y de las redes sociales se
impone cambiando hábitos, esquemas de poder, de relación en todas las dimensiones de la vida personal
y familiar, organizacional e institucional que migran de la aldea local a una aldea global plena de nuevos
paradigmas; no obstante, lo que se ratifica con más vigor es la importancia de la acción comunicativa
en los nuevos estatutos apócales, lo que exige una redimensión permanente de actividades como la
educación y, dentro de ella, del desempeño gerencial (p.9).
Es importante hacer énfasis en lo que señala Banderela, debido a que en la actualidad los patrones comunicacionales se
desprenden del elemento tecnológico, que docentes y estudiantes deben adoptar como hábito, en virtud de que se impone una
era rodeada de redes sociales en una nueva sociedad del conocimiento en la vida social y personal de la academia. Por ende,
es menester reflexionar acerca del uso adecuado de la tecnología, como elemento cultural que permite la reorganización
gerencial al momento de incluir un discurso académico en plataformas como Telegram, Whatsapp, Google Meet o Classroom
para retroalimentar el proceso de enseñanza y aprendizaje en la era de la posmodernidad.
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No obstante, esta época actual, se caracteriza por ser un entorno cambiante, globalizado, que ha dejado la imperiosa necesidad
de adentrarse al estudio de la rapidez de la información. Ello, debido a que toda información está codificada y cuyos
paradigmas emergentes nos hacen diferenciar que la complejidad como visión o concepto está fundamentada en la reducción,
conjunción e indicación de una era en la que el gerente demuestre lo que refleja el mundo perceptible por medio de los sentidos
y que aumenta a pasos agigantados. Esto acarrea múltiples necesidades en las organizaciones, que por supuesto deben ser
resueltas por el líder de la organización.
Por ende, el gerente del siglo XXI se enfrenta al desafío de convertirse en líderes de alto desempeño; ello implica cambiar de
paradigmas, adoptando las teorías del conocimiento gerencial emergentes. Cabe resaltar, que el episteme de la gerencia ha
pasado por un proceso de cambio, adoptando diversos planteamientos que a medida que avanza el tiempo se repreguntan la
manera inequívoca de gerenciar. De igual modo, el líder de la organización debe mostrar una imagen de flexibilidad para
generar reflexión en la disposición organizativa. Sin duda, en la gerencia es necesario el uso de la hermenéutica para explicar
la interpretación de los tópicos mencionados, se requiere un repunte fenomenológico para el estudio de los fenómenos que se
deben abarcar desde el paradigma complejo de Morin.
De esta forma, desde la hermenéutica se concibe a la gerencia educativa según la visión epistémica tayloriana como la
manera en que el director asume el papel de supervisor y es el encargado de la supervisión y coordinación de planteamientos
establecidos (González, 2009). No obstante, haciendo un estudio reflexivo de la gerencia educativa desde la vertiente
heurística, es conveniente citar a Drucker (1992), quien enfatiza a la gerencia como la realización de una serie de actividades
y procesos en el que se cumple con un desempeño o labor administrativa dentro de un subsistema organizativo para que
contribuya a alcanzar los objetivos planteados, para lo cual se requiere trabajar en equipo. Es decir que la tarea de un gerente
es la de un administrador, que se enfoca en alcanzar las metas organizacionales.
En lo relativo a la gerencia, Ruiz (1997) expresa que:
El proceso que se inicia con la formulación de una idea, y el empleo de recursos para lograr los
objetivos, con la máxima eficiencia en sus operaciones al llevar a cabo eficaz y eficientemente las
tareas que se asignan, sin dejar de prestar atención a la relación que existe entre el proceso y el
desarrollo de las funciones administrativas de planificación, organización, dirección y control, a
objeto de utilizar sus recursos para alcanzar objetivos, comúnmente relacionados con beneficios
económicos. Este autor, al definir la gerencia se enfoca en sus funciones básicas, como lo es
planificar, organizar, dirigir y controlar (p.8).
De allí se desprende que el papel del directivo ejerza un conjunto de acciones que estén en concordancia con lo planificado:
un directivo que se enfoque en materializar los hechos, llegando a alcanzar los objetivos organizacionales. Sin embargo, la
praxis gerencial involucra otros aspectos como el liderazgo, así como también el uso constante y superlativo de las tecnologías
de información y comunicación, juntamente con aportes epistémicos que medien la participación de cada uno de los
integrantes del entorno educativo, faciliten con el cumplimiento de su labor, las tareas institucionales.
En este mismo orden de ideas, es imprescindible reflexionar acerca de lo que señala Robins (2007), que expresa que el buen
funcionamiento de las instituciones y organizaciones depende de un proceso consensuado, y además es una manera eficaz y
eficiente que permita alcanzar las metas organizacionales preestablecidas. Sin embargo, ser gerente va más allá y consiste en
orientar todos los esfuerzos a la meta institucional. Además, es irrefutable que se debe lograr motivar, guiar, orientar a todo
un equipo para que entre todos logren obtener los objetivos esperados. Asimismo, es preciso comprender que lo más
importante ya no son los recursos materiales, sino el capital humano.
Actualmente, en Venezuela, el gerente educativo afronta la posmodernidad con múltiples realidades escolares. Hoy en día,
las nuevas realidades gerenciales precisan de un gerente flexible, innovador, holístico, creativo, transformador, abierto al
cambio. La posmodernidad necesita que un director no sea autoritario y que entienda al recurso humano que tiene en su
organización. Es importante entender el enigma de lo que implica ser gerente, dado que el mejor director no es el que se pasa
todo el día sentado en su escritorio, el que se cree un “Dios omnipotente”, la “máxima autoridad”, o el que coloca barreras de
comunicación con sus empleados. Asimismo, el mejor gerente no es el que grita, impone su autoridad, ideas, opiniones, es
rígido. Todo lo contrario, un gerente posmoderno es aquel que está abierto al cambio, delega funciones, no es burocrático,
mantiene una comunicación efectiva con su personal, reconoce que el activo más valioso es su capital humano, y en especial
sea holístico, que direccione, planifique para solventar los trabas académicas que perturban el bienestar institucional. Por ello,
lo esencial es que el director posea las habilidades técnicas instrumentales para insertar las herramientas tecnológicas en la
praxis gerencial, sin dejar de lado la conexión personal con sus compañeros de trabajo.
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Al respecto, cabe resaltar que incorporar tales herramientas a los procesos gerenciales conduce a los gerentes a que realicen
cambios paradigmáticos, y a adoptar enfoques de la gerencia educacional posmoderna. No obstante, vivimos en una sociedad
caracterizada por un creciente avance tecnológico en los procesos de gestión académica, por lo que se requiere incorporar
estas herramientas o medios audiovisuales a la praxis, de manera que facilitan el acceso de información indispensable en las
instituciones, universidades y ministerios. En otro aporte epistémico, la administración gerencial debe seguir patrones y
modelos con un lenguaje comunicativo lineal que inculca una tarea precisa para el logro de objetivos (Cordero, 2011).
La tecnología como recurso posmoderno educativo
El planteamiento posmoderno supone un cambio paradigmático en la vida del ser humano. El enigma sería: ¿los gerentes
poseerán conocimientos prácticos en el manejo de las TIC`s?, ¿el uso de la tecnología en la praxis gerencial, será beneficioso
para lograr una comunicación efectiva con los compañeros de trabajo? o ¿acaso la tecnología, limitará la comunicación e
interacción personal entre el gerente y su equipo de trabajo?, ¿es posible erradicar por completo la fobia hacia la tecnología
por parte de algunos directores? La realidad amerita que el modelo educativo y gerencial se adapten a las nuevas demandas
para una mejor formación y calidad educativa, pero la clave radica en el uso que los directivos le dan a la tecnología.
Lipovetsky (1990) señala que:
Proceso y momento histórico en el que se opera ese cambio de tendencia en provecho del proceso
de personalización, el cual no cesa de conquistar nuevas esferas: la educación, la enseñanza, el
tiempo libre, el deporte, la moda, los horarios, el trabajo... o el predominio de lo individual sobre
lo universal, de lo psicológico sobre lo ideológico, de la comunicación sobre la politización, de
la diversidad sobre la homogeneidad, de lo permisivo sobre lo coercitivo (p.113).
Es decir, se debe personalizar el aprendizaje como comunicador tecnológico de excelencia, debido a que en el presente siglo
XXI se encuentra plena la era tecnológica. Ciertas herramientas técnicas resultan una tarea titánica, pues no todos los gerentes
manejan el computador o simplemente navegar en internet. Sin embargo, la posmodernidad presenta una transformación del
ciudadano para que el maestro presente un objeto común que no puede ser visto como enemigo, sino como un aliado para
convertir cualquier pared en una pizarra digital o simplemente romper la barrera del acceso o nube, para ampliar el proceso
de sociabilización y liderazgo de un gerente.
El gerente educativo debe inspirar no solo liderazgo sino también confianza en el entorno laboral. El auge del pensamiento
tradicional con el racionalismo, desde la época de Descartes, junto con la racionalidad de la existencia, permitió repensar
utopías sociales, en donde el hombre modernista era un hombre comprometido con el entorno social. En tanto, la corriente
del pensamiento filosófico como construcción en la cual el hombre, sin absolutismo como cambio en la sociedad, en donde
la tecnología adoptó nuestro lenguaje universal debido a la inmediatez de la información, en sustitución a la realidad
ontológica hacia la tecnología guiada por la ciencia. Sin duda, es la tecnología quien planteará lineamientos para el mundo
cambiante y futurista, debido a la demanda de la red telemática que necesita el contacto en la trascendencia del saber.
Complejidad gerencial educativa posmoderna
Existen diversos enigmas epistemológicos de la gerencia educativa posmoderna, pues la realidad es que los directivos y
gerentes no están preparados o se niegan a afrontar cambios tan abrumadores y a incorporar la tecnología en su praxis. Se
percibe que los modelos gerenciales modernos y los obsoletos no acaban de morir, y los modelos emergentes del
posmodernismo no terminan de nacer. Hay resistencia al cambio, convirtiéndose en un obstáculo adoptar las herramientas
tecnológicas, debido no solo a que los gerentes no ostentan las técnicas necesarias para adentrarse a la web, sino también a la
existencia de cierta fobia por parte de los directivos a la tecnología, por ser para ellos un mundo desconocido.
Por consiguiente, Cordero (2011) expresa que la virtualidad ha deteriorado las relaciones interpersonales administrativas, e
incluso afirma que el mundo virtual direccionó las tareas gerenciales dentro de las instituciones educativas; además, se prevé
un duro golpe al nuevo director académico, debido a que continuamente aparecen nuevas herramientas de comunicación que
no todos los profesionales de la docencia manejan. Es decir, que muchos profesionales por no entender la tecnología prefieren
no utilizarla, y lo que es más preocupante, se aferran tanto a los paradigmas modernos, que continúan manteniendo una gestión
aislada del entorno que les rodea.
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Asimismo, Cordero (2011) concibe que:
La gerencia educacional deben redimensionarse desde la axiología, donde los valores universales
y legítimos del hombre, se inculquen en el hogar, la escuela, la universidad y la misma sociedad,
ya que en la actualidad se desarrolla una humanidad con profundos resquebramientos de valores
humanos, lo cual es altamente deletéreo para las generaciones futuras. La condición humana
parece olvidarse, siendo sólo uno de los múltiples retos para los prolegómenos epistémicos, los
cuales deben acceder y apropiarse correctamente de la tecnológica de avanzada, sin perder la
plena consciencia de la condición humana que se debe cultivar. Es muy importante entender que
la gerencia epistémica debe apropiarse correctamente de la tecnología de vanguardia para el
disfrute de todos y en armonía con los valores universales del hombre sin bifurcar los principios
fundamentales de la humanidad (p.23).
En este mismo orden de ideas, es importante reflexionar sobre el carácter humano de la educación que se representa en los
valores universales y axiológicos que definen el carácter futurista acarreado por la tecnología en una era compleja y mundial
por lo competitivo que resultan nuevos modelos competitivos generados por la posmodernidad. Esos que Morin refiere por el
agotamiento del recurso moderno como factor fundamental en los cambios del siglo XX, que precisó de aportes científicos a
un seudo desarrollo social.
De allí se afirma el carácter axiológico de la educación, los cuales tienen que surgir entre las ruinas de una cultura gerencial
moderna en crisis. ¿Qué gerenciar?, ¿cómo gerenciar en la posmodernidad?, ¿y para qué para gerenciar? Al respecto, Romero
(2006) expresa que para dar respuesta a tales inquietudes e interrogantes, debido a que estamos en presencia de una
organización, escuela, liceo, universidad, ministerio, zonas educativas, esta obedece a una filosofía, surgen más interrogantes:
¿Qué ha de hacerse?, ¿cuál es la tarea que debemos realizar?, ¿cuál es el rol que debe ejercer un gerente posmoderno?, ¿de
qué manera el perfil del gerente influye en los cambios que actualmente se viven en las organizaciones del siglo XXI?
De este modo se fortalecen los valores sociales, que son un elemento fundamental para la formación del recurso humano,
debido a que contribuyen a desarrollar las habilidades, destrezas necesarias para afrontar el nuevo milenio. Además,
transforma un elemento paradigmático y discursivo para fomentar el cambio social enmarcado en una nueva forma de
gerenciar académicamente, y que permiten emprender en fundamentos epistémicos que se gravitan en la posmodernidad
compleja que fomenta la axiología.
Teoría del Pensamiento Complejo desde la mirada gerencial educativa
La teoría del pensamiento complejo es un postulado planteado por Edgar Morin, que expresa abiertamente la idea de que
cualquier elemento del mundo no está aislado, debido a que complejamente forman parte de un sistema completo. Desde el
enfoque educativo, el conocimiento se convierte en un fenómeno transdisciplinario y complejo. Así pues, se debe indagar en
los principios fundamentales del pensamiento complejo, que busca esclarecer una gica clara para la creación gerencial de
una organización para establecer bases de orden en la cadena administrativa.
En el mismo contexto, debemos recordar que enseñar es una condición humana que depende del raciocinio, debido a que el
hombre es capaz de reflexionar y mediar en la toma de decisiones en la relación como individuo en pensamientos rígidos o
inflexibles para dirigir. La Unesco reconoció la educación hacia el desarrollo sostenible para ayudar a los educadores a que
aclaren sus propios pensamientos y cuya medida reflexiva se debe ejercitar con un entorno complejo y no dogmático. En el
rol de gerencia formativa se requiere de una nueva noción de pensamiento, que sobrepase los niveles científicos y tecnológicos
a medida de la capacidad de adaptación filosófica con enlace epistémico.
En la metodología formativa aliada del Ministerio del Poder Popular para la Educación en Venezuela, se aborda el
conocimiento cultural como elemento pragmático para el aprendizaje de los jóvenes, direccionados por el director de un
plantel que fundamenta su gnoseología del realismo filosófico y realismo aristotélico para constituir modos de saber entre el
ser y el hacer, cuya construcción fenomenológica permite concienciar a los demás trabajadores para sobrellevar lo complejo
a lo práctico.
Al respecto, Solana (2005) señala que:
El mismo Morin advierte que la noción de complejidad no es la clave que vendría a solventar el
problema del conocimiento, sino que es una noción a explorar, a indagar, del mismo modo, un
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pensamiento complejo no sería el canon resolutivo del pensar, sino una propuesta y estrategia de
conocimiento a desarrollar”, lo que conlleva a reflexionar que para el pensamiento simplificador
el conocimiento tiene un punto de partida y un término, para el pensamiento complejo el
conocimiento es una aventura en espiral, su punto de partida no es un punto absoluto, sino
histórico, y esa aventura carece de finalización, permanecerá siempre abierta. El pensamiento
complejo no proporciona la llave maestra alguna. El paradigma de la complejidad no libra de la
finitud, sino que sumerge en ella y enseña a pensar a sentir y actuar abrazados a la misma, por tal
motivo Morin y otros expresan que “El pensamiento complejo es un estilo de pensamiento y de
acercamiento a la realidad, genera su propia estrategia inseparable de la participación inventiva
de quienes lo desarrollan” esto permite deducir que existe (p.15).
Es decir, no puede existir una separación entre la educación con el pensamiento complejo, debido a que la teoría moriniana
genera un aporte humanista a cada desafío de la formación global de los saberes, bajo la premisa crítica del desenvolvimiento,
tanto del líder como de los seguidores dentro de la organización. Además, reafirmando el proceso teórico y axiológico que
implica educar, se necesita el análisis crítico bajo una perspectiva holística y novedosa que contribuya al bien común.
Basado en las ideas del párrafo anterior, la formación del ser recae en su desarrollo escolar y que en cuya formación irrumpa
la mejora emocional y social para contrarrestar factores negativos en búsqueda de la sabiduría. En el proceso posmoderno
actual es necesario sociabilizar de manera pertinente, bajo teorías educativas que rompan doctrinas establecidas y aisladas por
situaciones de conflicto, que en la mayoría de los casos actúan sobre sentimientos. Sin duda, es necesario focalizar el carácter
vocacional de las cualidades docentes en un siglo XXI carente de personalidad científica, pero con dignificación posmoderna.
En el mismo orden de ideas de los párrafos anteriores, el pensamiento complejo deja una clara relación con el proceso
gerencial imperante en épocas de posmodernidad, y hacia donde apunta el siglo XXI, que constantemente se transforma, y
además de cambiante es complejo; por ejemplo, en el presente año, producto de una pandemia, el subsistema educativo tuvo
que acceder a la web para el cumplimiento de las actividades académicas, y demostró ser sensible para el sector educativo.
III- Metodología
Fundamentos Epistémicos
Esta investigación adoptó el paradigma cualitativo bajo postulados pospositivistas. La disposición permite moldear al objeto,
cuya apreciación se aproxima de manera teórica a los valores educativos con carácter axiológico y que recae bajo el
compromiso social de una ciencia encargada de interpretar las necesidades y criterios fenomenológicos como lo es la
hermenéutica, que a su vez induce a la transmisión de significados compuestos y complejos.
La fenomenología hermenéutica como método
El arte de la interpretación y comprensión de textos bajo la disciplina teórica, nos acerca de manera extensa a entender qué
expresan o delimitan otros autores y bajo el escudo de la investigación requiere de planteamientos que recaban información
histórica, la que permite el contacto entre el entorno, el fenómeno y el investigador a través de sus orígenes básicos o
complejos. Asimismo, la hermenéutica contextualiza el espacio intertextual con el significado sintáctico y requiere de varios
momentos sutiles para la interpretación del fenómeno.
Por su parte, Díaz de Marina (2006) explica que en función de su naturaleza se presenta así:
En función de la naturaleza y características particulares del objeto en estudio, así como de la
orientación epistemológica, paradigmática y el tipo de investigación seleccionada, se realizó un
diseño preliminar o tentativo en lo que esta autora denominada metódica de la investigación. Esta
metódica consta de sucesivos momentos recurrentes: Problematización, Analítico-interpretativo,
Conclusivo y Propositivo, los cuales se despliegan sobre tres niveles de información: Vivencio-
experiencial, Empírico- observacional y Teórico-documental (p.18).
Es importante señalar que el aporte metodológico de este artículo permitió un estudio hermenéutico y fenomenológico de un
proceso implícito en la educación como lo es la capacidad de gerenciar una organización educativa. Esto, en un siglo complejo
bajo el aporte epistémico de Morin, se advierte en una nueva modalidad de dirigir en el siglo XXI como lo es el axiológico.
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Por ende, el elemento tecnológico según los momentos guiados en el párrafo anterior de Díaz de Marina nos ayuda a
replantear el cambio progresivo de la modernidad a la posmodernidad.
IV- Resultados
Los directivos eran burocráticos, gerentes autoritarios que ejercían su autoridad detrás de una oficina. Se enfocaban en cumplir
con las actividades asignadas por zonas educativas, ministerios, autoridades. Su mundo se limitaba a ver la realidad del liceo.
Aunado a ello, hoy en día, dentro de las instituciones educativas, universidades, zonas educativas parecieran estar
implementando modelos gerenciales arcaicos, viejos, obsoletos, desactualizados, que no están acordes con los cambios
socioacadémicos que impone esta sociedad cambiante y a las nuevas posturas que se emplean dentro de la gerencia
posmoderna. Esto inquieta al líder de la institución educativa, debido a que la situación es preocupante, dado que como
individuos, debemos aceptar los cambios, debemos adaptarnos a las nuevas realidades. No se puede pretender cambiar el
mundo utilizando teorías o postulados antiguos que proceden de otras épocas. Es imperante que los gerentes despierten a la
nueva realidad, que se formen, estudien nuevas teorías y se abran a las posibilidades de postulados emergentes posmodernos
que es lo que permitirá solventar los problemas y alcanzar la tan anhelada excelencia educativa.
Además, el proceso de observación a la organización permit dar una interpretación a la nueva manera de gerenciar en las
estructuras educativas del sector público en Venezuela, debido a que el educador vivenció las vicisitudes presentadas en pleno
desarrollo pandémico producto del covid-19, donde el directivo debía atender los horarios y planificaciones planteadas por el
docente de aula, en atención del desarrollo y cuidado físico o mental que originó el fenómeno llamado “coronavirus”. Sin
duda, la complejidad educacional invirtió roles del docente y del representante que, ante la nueva realidad presentada,
trabajaron en sincronía con la triada educativa para que el estudiante continuara con éxito los estudios académicos.
En este sentido, González (2010) explica:
Se plantea la necesidad de renovar la acción gerencial a fin de que se convierta en un agente del
cambio y de motivación para el docente, los gerentes educativos a través del espíteme de la
gerencia educativa y la arqueología del pensamiento gerencial, dado a que el sistema educativo
actualmente tiende hacia la búsqueda de niveles de calidad de la educación urgidos por los
cambios generados por la sociedad. La transformación debe tener intrínsecamente la calidad
como una expectativa dentro de cada plantel (p.154).
Por consiguiente, se espera que un gerente genere cambios en el enigma epistémico de la gerencia educativa posmoderna.
Para lo cual se pretende develar los enigmas y así poder comprender todo lo relativo a lo epistémico sobre la gerencia educativa
posmoderna. Además, es importante que las teorías gerenciales estén solicitando ser actualizadas, así como día a día se
producen cambios en las organizaciones, también es necesario cambiar los paradigmas existentes. Sin embargo, la gerencia
educativa actual está sumergida en vicios culturales, que para nada benefician el andar educativo. Es momento de afrontar
con seriedad la posmodernidad y entender que el ser humano presenta una capacidad de pensamiento complejo y recursivo
con valores axiológicos que son verificables con el tiempo. Sin duda, el futuro es quien puede medir la contribución social
emblemática que enmarca una organización y no es de eludir el rol de cada personaje dentro de la organización, pero las
limitaciones propias de cada individuo incluso en lo tecnológico recaen y contradicen la capacidad de adaptación en las
necesidades básicas de la era actual.
V- Conclusiones
Un aspecto relevante radica en la cultura de los gerentes educativos modernos, quienes no tienen arraigada la vocación, sentido
de pertenencia, pues están llenos de apatía, indiferencia e interesados en “cumplir” con lo que el Ministerio establece.
Asimismo, se limitan a cumplir sus actividades, no ven más allá del plantel educativo. Están desinteresados en perfeccionar
su formación académica y se los aprecia más interesados en el lucro que en lograr mejorar la calidad educativa. Además, la
mayoría de los directivos poseen puestos políticos, entonces no se elige al mejor directivo ni al que posea una mejor
preparación académica, sino al que esté en concordancia son su ideología política. Tampoco se presta atención a que posean
conocimientos, maestría o doctorados en gerencia educativa. De esta manera, se genera un proceso complejo en el campo
educativo y que no desprende cambios fundamentales para jerarquizar lo que necesita el proceso educacional y que no está
intrínseco en la formación de la académica.
En síntesis, la ciencia como actividad y también como el proceso de investigación, parte, pertenece y tiene como fin último
la vida social. Como investigadores, teorizar debe ser nuestra prioridad, sobre bases epistémicas que nos permitirán realzar
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un episodio real para transformarlo en realidad, y alejarnos como nos señala Bunge de las pseudociencias que perjudican
el conocimiento científico, en nuestro carácter de filósofos e investigadores. El transitar es largo, pero acompañado de la
sabiduría es sencillamente prodigioso. No es fácil el papel que debe afrontar el gerente educativo, pero su transcendencia
depende de su manera de dirigir.
Las ciencias sociales nos permiten adentrarnos al conocimiento, pero los métodos de investigación cualitativa con cada uno
de sus paradigmas nos ayudan a conocer la importancia del ser y dilucidar acerca de un fenómeno, para dar respuesta a las
diplomacias cotidianas, que de manera sabia Morin plasma como mágicas. El pospositivismo nos replantea un escenario
espectacular para abordar la posmodernidad que Morin nos perfila de forma grandiosa con la teoría del pensamiento complejo.
Sin duda, es la mejor forma de percibir la impetuosa manera humanista de trabajar en el área gerencial en la actualidad y el
rol que debe ejercer el gerente del siglo XXI dentro de una realidad compleja y cambiante.
VI- Referencias
Banderela, M. (2021). Modelo gerencial comunicativo desde la transdisciplinariedad en el entorno educativo universitario.
Tesis doctoral, Universidad de Carabobo, Valencia.
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Apuntes de Economía y Sociedad N.° 3 (1) enero-junio 2022/ 37-45/ ISSN: 2709 - 7005
Contribución de los autores
JMR: conceptualización, análisis formal, investigación, metodología, administración del proyecto, supervisión, validación,
visualización, redacción - borrador original, revisión y edición.
WIR: conceptualización, conservación de datos, investigación, redacción - borrador original
Financiación:
No se recibió ningún tipo de financiamiento
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