situación debe ser compartida por las Universidades en el proceso de formación profesional, en donde es posible dejar en
evidencia la necesidad imperante de que se forme a los estudiantes en asignaturas como ética profesional o axiología del
contador.
II- Planteamiento Teórico
La palabra ética proviene del griego ethos (Platón, 643) cuyo significado es costumbre, la cual hace referencia una actuación o
decisión. Se puede decir que la ética está presente en la vida diaria; en el ámbito universitario resulta importante la formación
integral de los profesionales financieros a fin de que se enmarquen en un comportamiento ético (Medina, Clavero, Rodríguez,
Moreno, Solsona, y Collado, 2010). De igual forma lo tiene en la formación de los financieros, al considerar lo afirmado por
Fernández (2004), sobre que las finanzas en su actividad tienen una dimensión ética que no se puede negar y tampoco sustituir.
En palabras de Stella (2016), “la ética tiene por objeto el estudio y análisis de la moral”(p.21), pensar en la forma de aplicar la
ética en las finanzas, permite a cualquier investigador financiero reflexionar no solamente desde el ámbito académico, sino,
además desde el ámbito de la administración financiera y cómo esto influye en la sociedad en la que vivimos; por lo cual, esta
investigación tiene como propósito invitar al lector a pensar y reflexionar sobre las implicaciones que tiene la ética en las
finanzas.
En las aulas universitarias, por lo general, se induce a que los estudiantes relacionen la ética con el concepto de “buen
comportamiento”, lo cual involucra que el conocimiento de los modelos financieros y las teorías sobre los mercados deben ser
aplicados para beneficio de las empresas y de la sociedad, es decir, no se puede separar a la empresa de la sociedad, por tanto,
no podría buscarse únicamente el bien de la empresa afectando negativamente a la sociedad.
De esta manera, un profesional financiero de excelencia podría catalogarse como aquél que además de contar con una capacidad
intelectual de alto nivel, además, mantiene un comportamiento ético intachable que le permite ubicarse en altos sitiales dentro
de esta disciplina pero que, sobre todo, puede llevar una vida laboral tranquila porque es transparente y actúa de acuerdo con
lo que la moral dicta.
No obstante, lo fáctico en un país como Ecuador, parece demostrar que esto constituye una ilusión y que, muy por el contrario,
el comportamiento ético dentro de las finanzas no se da. En los últimos años, se ha descubierto, muy vergonzosamente, como
altos funcionarios del Gobierno y empresas privadas, han incurrido en actos de corrupción de alto nivel y de mucho perjuicio
para el Estado que, al final de cuentas, lo constituye toda la sociedad.
El caso más conocido a nivel mundial, es el obrado por la empresa brasileña Odebrecht, Ortega (2017) realizó un reportaje
para Diario El Comercio de Ecuador, en donde indicó que los directivos, encabezados por José Conceição Santos, se basaron
en entregar coimas millonarias a los altos funcionarios de los gobiernos de turno como Carlos Pólit, Ex Contralor General del
Estado, no solo para ganar las licitaciones en las construcciones de grandes obras públicas sino además, para que esta
dependencia de Estado emita informes favorables sobre cada proyecto que la compañía construyó, como el Proyecto
Manduriacu, Refinería del Pacífico, Poliducto Pascuales-Cuenca y el proyecto Daule-Vinces, en donde se destinó más de 4
millones de dólares desde el año 2012 hasta el 2015. De este dinero, según las declaraciones realizadas por Santos, más de 2
millones se pagaron en efectivo en Ecuador, para ello el operativo consistía en entregar el dinero a Pólit en una suite del Hotel
Swissotel en donde lo guardaba en la caja fuerte, estos pagos se realizaban hasta 3 veces al mes. Bajo las versiones de Santos,
este dinero provenía de la empresa Diacelec S.A. la misma que se encargaba de proveer de acero a Odebrecht. La forma de
hacer estos procesos consistía en que la empresa Odebrecht depositaba el dinero en empresas offshore designadas por Edgar
Arias Quiroz quien era el encargado de entregar el dinero en efectivo a Santos.
Sin embargo, no es el único caso descubierto dentro del sector público ecuatoriano, pues también se incluyen otros actos de
corrupción que estuvieron en auge dentro de los cargos públicos, en donde los ministros, directores y jefes, pedían a sus
empleados el aporte del 10% de su sueldo como respaldo al movimiento político de revolución ciudadana, mismo que era el
partido de gobierno de ese momento. Atendiendo lo que dice Klimovsky (1994) “el pensamiento es privativo de quien lo crea
y sólo se transforma en propiedad social si se lo comunica a través del lenguaje, ya que sin esta particularidad la ciencia no
sería posible” (p.3), es importante reflexionar que el pensamiento es un privilegio que posee el ser humano, el cual se transforma
en obras mediante el actuar y es precisamente en ese actuar en donde se evidencia la forma de pensar del individuo, la cual
debería ir en coherencia entre lo que se piensa, dice y hace.