I- Introducción
El empleo formal es el que más impacto tiene en el crecimiento económico y en la reducción de la pobreza (Galindo y
Enrriguez, 2015), es por ello que la Oraganización Internacional del Trabajo OIT (2013) plantea que el empleo ha sido y sigue
siendo una de las inquietudes fundamentales de las personas ya que por muchos años se ha tratado de que todos los ciudadanos
en edad de laborar y que lo deseen puedan hacerlo. Por tanto, una economía normalmente no está en pleno empleo, sino que
existe un nivel de actividad y empleo fluctuante que corresponde a la planteado en la teoría del empleo keynesiano del libro
titulado “Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero” de Keynes (1936), en el que expone que la situación laboral de un
país depende del comportamiento de la demanda agregada, que el consumo y la inversión son las variables determinantes, su
origen está en el mercado de bienes y no en el mercado de dinero, plantea la necesidad de la intervención del estado y la
implementación de políticas fiscales, como lo es el multiplicador del gasto siendo el efecto incrementado que tiene el aumento
del gasto público sobre la economía.
Lo anterior respalda a este estudio ya que se aplica la teoría keynesiana en el contexto de Nicaragua. Este trabajo analiza el
efecto que tienen el consumo final, que según la metodología macroeconómica del BCN (2006) es integrado por el consumo
del gobierno (sumatoria del consumo colectivo y el consumo individual) y el consumo privado (consumo de los hogares) y la
inversión bruta (integrada por inversión pública y la inversión privada), en el empleo formal de Nicaragua utilizando ocupados
INSS como variable proxy, durante el periodo 2009-2018.
II- Planteamiento Teórico
Herrerias (2000) hace alusión a la teoría del funcionamiento del mercado de trabajo de Keynes (1936) en el que plasma que el
problema de que las economías eran incapaces de mantener el pleno empleo de forma estable, y que los ciclos económicos
daban lugar recurrentemente a grandes recesiones en las que las masas de desempleados pauperizados suponían proporciones
altísimas de la clase trabajadora, lo que a su vez agudizaba la recesión y arruinaba a los empresarios, es por ello que se necesita
del intervencionismo del estado y la implementación de políticas fiscales. Keynes (1936) hace referencia que el desempleo se
origina debido a que, en una etapa de recesión, hay una sensible disminución de demanda, con lo que la producción disminuye
y, por ende, el empleo. La demanda insuficiente tiene su origen a su vez en una inversión insuficiente y en la caída de la
propensión marginal a consumir, por lo que, bajo este supuesto, incrementando la inversión, se incrementará la producción y
la demanda de mano de obra, pero cuando una persona ahorra en lugar de consumir, provoca una menor demanda, por lo que
ello generará desempleo al no gastarse todo el ingreso en la misma forma en que se incrementa, por ende los principales
componentes de la demanda agregada, de acuerdo a los fundamentos keynesianos.
Ruiz (2013) realizó una investigación en base la teoría de Keynes (1936) donde explica que el consumo depende de aspectos
psicológicos enmarcados en la propensión al consumo y del ingreso o renta. A su vez la inversión va a depender de la tasa de
interés y de la eficiencia marginal del capital.
Retomando acerca del intervencionismo del estado, Ruiz (2013) en su estudio señaló que para que la economía funcionara
eficientemente, debería haber una mayor participación del gobierno, a través de la política fiscal, para con ello estimular el
gasto, recomendando en etapas de recesión, el incremento del gasto, debido a lo cual, el estado no debía temer al desequilibrio
presupuestal, ya que ello llevaba a generar demanda agregada, evitando el desempleo. Vale la pena recordar que para Keynes
(1936) el gasto tiene un efecto multiplicador, y genera una variación ya sea en el consumo o la inversión.
Pérez y Neffa (2010) abordan el empleo y afirman que esta generado por la demanda agregada por lo tanto la situación de
mercado de trabajo depende de lo que sucede en el mercado de bienes y en el de dinero y las variables que inciden en el gasto
de consumo y de inversión determinan conjuntamente el volumen de empleo. Marcia y Rosales (2017) hacen hincapié a la
teoría keynesiana en Nicaragua e identificaron que la fuente de desempleo en el país es la insuficiencia de la demanda agregada;
analizándola a partir de sus componentes del producto nacional, como lo son, los gastos de consumo privado, la demanda e
inversión, las compras de bienes y servicios por partes del estado y las exportaciones netas, afirmando que el desempleo se
elimina mediante el incentivo del consumo y la inversión.
Laborda (2019) explica que Nicaragua en el año 2018 hubo una disminución del consumo individual, así como la demanda del
gasto público. En el mismo año el Fondo Monetario Internacional FMI (2019) publica que la inversión que ha percibido